El informe de la Comisión Europea del pasado junio indica que la seguridad constituía una de las tres prioridades que más preocupan a los ciudadanos de la Unión y que más del 75% de los europeos están a favor de crear una defensa común. El propio presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, ha llegado a afirmar en su presentación que “el derecho a sentirse seguro y protegido en su propia casa es el más básico y universal de todos”. Se ha lanzado así un mensaje de unidad y de proyección hacia el futuro en unos momentos en los que Europa parece haberse dado cuenta de que está más sola que nunca en el mundo y de que la inestabilidad en su periferia y la amenaza terrorista la han vuelto más vulnerable y más frágil.